SITAC Clínicas
Directores
Clínicas SITAC IX
DIRECTORA SOL HENARO
Las clínicas proyectadas para el SITAC IX Teoría y práctica de la catástrofe fueron diseñadas con este deseo, con el afán de implicar a otros agentes de la producción contemporánea interesados en la observación/estudio de la complejidad cotidiana y a partir de ello, contrastar o releer sus reverberaciones desde el campo artístico. Implicamos para este ejercicio a un filósofo, un escritor y a un grupo de ambientalistas para que, juntos y desde diversas experiencias de saberes, pudiéramos aproximarnos y problematizar la noción de catástrofe. El pensamiento contemporáneo no puede limitarse a disciplinas específicas, el productor sensible al mundo es aquel que transita entre ellas desdibujando límites para ampliar su pensamiento y campo de acción/intervención. Las clínicas funcionaron con formatos híbridos donde un grupo de cómplices se reunió a trabajar, en torno a algunas de las líneas planteadas por el director del IX SITAC. Estos espacios de reflexión y diálogo se concibieron como otras oportunidades paralelas al SITAC para continuar deshilvanando conceptos, problemas y otros resortes activando la discusión y la reflexión crítica en torno a los siguientes itinerarios-guiños:
a) “Corporalidad y catástrofe” con Fabián Giménez Gatto
b) “Narrativas apocalípticas y el futuro feo” con Gonzalo Soltero
c) “Taller de diseño adaptativo” a cargo de TOA (Taller de Operaciones Ambientales)
Posterior al SITAC, el sábado 5 de febrero de 2011, nos reunimos alrededor de 48 personas entre responsables y participantes de las tres clínicas en el patio de SOMA (una de las tres sedes de las clínicas) para sostener una reunión conjunta de evaluación donde se compartieron experiencias. Con el afán de escuchar al otro y con el deseo de recoger una reflexión tanto para nosotros mismos como responsables de esta edición como para futuros ‘clinicantes’; se inivitó a los asistentes a un dibujar un diálogo colectivo/honesto sobre los formatos tanto del SITAC como de sus clínicas, de sus aciertos y fragilidades y se enfatizó la necesidad de poder encarar abiertamente los problemas en ese espacio y no a irse cada quien con sus respectivas reflexiones, insatisfacciones o nuevas potencias.
Algunas de las señalizaciones de mejora fueron:
- La falta de hilo conductor en las mesas de discusión del SITAC.
- La naiveté de los artistas al explorar mundos ajenos a través de su trabajo.
- La debilidad del papel de algunos moderadores de las mesas del SITAC.
- Se hizo una crítica a la cultura del lamento para construir en cambio, formas de acción y participación colectiva que permitan el desarrollo de nuevos formatos y formas de participación.
- La no superposición calendárica de las clínicas para poder tener la oportunidad de asistir a más de una clínica.
- La posibilidad de continuar relaciones/intercambios fuera de las clínicas.
- La vinculación directa con el SITAC y la invisibilidad percibida de las clínicas dentro de ese formato.
- El poco tiempo para compartir y evaluar el trabajo de los participantes dentro de las clínicas.
- El acierto al expandir el margen de acción a distintas áreas de producción de conocimiento y no limitarlo únicamente al arte contemporáneo.
- El poco interés de los participantes para llegar al consenso y darse “palmaditas”, en contraste con el presentar dudas, reflexionar y estimular reflexión crítica.
- El hecho de que los espacios surgen como “espacios de poder” y la importancia de que éstos se cuestionen sus propias estructuras jerárquicas (problematizar la relación docente-alumno).
- Se señaló la importancia del intercambio de reflexión colectiva al término tanto de las clínicas como del mismo SITAC.
Se generaron nuevas ideas y propuestas, como:
- Plantear las clínicas como “orgánicas” y procurar que sirvan como sede-resorte para la creación de proyectos.
- Extender la temporalidad de las clínicas para lograr mayor profundidad.
- No normalizar los espacios de trabajo y de debate. Que los procesos del SITAC y de las clínicas sean procesos continuos durante el año.
- Hacer trabajo previo al inicio de las clínicas: generar un ‘blog’ o alguna otra herramienta donde se concentren lecturas y otros materiales que puedan enriquecer a la misma y fomentar la interlocución.
- Generar un espacio dentro de las clínicas para conocer los proyectos de cada participante.
- Pensar tres etapas de las clínicas: un Antes, un Durante y un Después del SITAC.
- Pensar en las clínicas como un resorte o dispositivo que permita que se puedan generar proyectos.
- Hacer una diferenciación de formatos y dinámicas entre talleres teóricos y prácticos para poder integrar intereses en beneficio de las clínicas.
- Ampliar las posibilidades de difusión y comunicación del SITAC y de las clínicas utilizando herramientas de comunicación social en red.
Ese formato de puesta en común sentados en un gran círculo terminó con una invitación para platicar en pequeños grupos, brindar y escuchar el ‘playlist de la catástrofe’ que generaron desde la clínica coordinada por TOA. Los asistentes seguimos intercambiando ideas y pareceres aún por largo rato; algunos logramos continuar en constante contacto. En mayor o menor medida, logramos vincularnos unos con otros.