El proyecto del espacio Héctor consiste en círculos de estudios y de producción de obra, la presentación de acciones y exhibiciones desarrolladas en específico para el local a manera de colaboración con productores culturales locales y extranjeros. Estos son los aparatos mediante los cuales Héctor, nombre que se retoma del difunto dueño del taller mecánico que ocupaba el espacio, ha construido un territorio. La expansión de este territorio y las narrativas que el mismo puede contener sirven para dar cuenta de las tensiones que surgen al intentar cruzar campos de conocimiento.